Rogelio Cova, uno de los padres fundadores del movimiento PVO de México, está trabajando para fortalecer los eslabones más débiles del movimiento ambiental emergente de México: el gobierno local y las organizaciones comunitarias.
Rogelio fue uno de los pioneros de la sociedad civil y el movimiento PVO en México. Comenzó su carrera introduciendo clubes juveniles en las zonas rurales del país. Creó la organización "3T", cuyos programas trajeron una combinación de recreación para sus miembros jóvenes y beneficios económicos para sus padres. Luego de trabajar en varios proyectos de desarrollo comunitario, fue elegido presidente municipal en Lázaro Cárdenas, Thaxcala, donde estableció las primeras escuelas primarias y secundarias del municipio. En 1983, Rogelio lanzó su segunda gran innovación nacional, SEDEPAC, dedicada a promover la conservación del suelo entre los campesinos de México. En 1988, la enfermedad le obligó a retirarse durante varios años. Ahora recuperado, lanza una tercera gran contribución a la sociedad. Dado que Rogelio está mucho más allá del lanzamiento de su primera gran idea, Ashoka lo ha elegido Miembro, no Fellow. Los miembros son empresarios públicos que ya han dejado una huella en la historia. Ashoka solo ayuda económicamente a los Miembros en muy raras ocasiones, ya que han superado la etapa de despegue. La beca ha hecho una excepción en el caso de Rogelio, ya que está lanzando una nueva idea después de una jubilación inducida por una enfermedad. Rogelio se convirtió en miembro de Ashoka Fellowship en 1990.
La última media década ha visto a México ser cada vez más consciente de sus crecientes problemas ambientales. Legislaciones como la Ley Nacional de Equilibrio Ecológico de 1987 han animado a los ambientalistas. Sin embargo, la conciencia e incluso la acción a nivel nacional aún no han llevado a cambios a nivel estatal y local. Dado que la mayoría de las decisiones ambientales concretas se toman a nivel local, el medio ambiente continúa deteriorándose rápidamente. Rogelio planea ayudar a las comunidades locales a desarrollar la comprensión, el deseo y las habilidades que necesitan si quieren asumir los muchos desafíos ambientales que enfrentan. Solo cuando los funcionarios locales y los ciudadanos puedan hablar con conocimiento de causa sobre las causas y los efectos de la deforestación y sobre los niveles de pH en las aguas subterráneas de un área, podrán reconocer que el sistema de agua que los sustenta se está derrumbando. Incluso entonces, deben saber más para poder encontrar las formas más sensatas y justas de detener y revertir el daño. También deben desarrollar habilidades para trabajar juntos, resolviendo los problemas analíticamente por un lado y negociando un reparto justo de las cargas por el otro. Nada de esto llega a las personas de manera automática o fácil, y mucho menos a las comunidades, donde muchas mentes deben pensar juntas. Rogelio está desarrollando un enfoque que espera que permita a los funcionarios locales y a la sociedad civil aprender rápidamente a analizar los problemas ambientales que tienen ante sí y a trabajar juntos. Trabajando a nivel municipal o "biorregional", su enfoque reúne a los diferentes elementos de la comunidad en un programa integrado de educación que conduce directamente a la acción conjunta. Los jefes de ejidos locales, organizaciones cívicas, escuelas y autoridades municipales se unen en un grupo de trabajo que, gradualmente, expone todos los problemas ambientales de la región y luego prioriza tanto estas necesidades como las posibles acciones correctivas. Estos pequeños grupos de trabajo representativos (típicamente 20), con la ayuda de Rogelio y sus colegas, trabajan gradualmente hacia el consenso. En el proceso, Rogelio busca construir su orgullo cultural y, por lo tanto, un sentido de responsabilidad por cuidar lo que es de ellos. A medida que se desarrolla el consenso en este grupo central, Rogelio trabaja para atraer también a la comunidad en general. Anima al comité a utilizar la radio local para explicar su pensamiento. Una camioneta ecológica móvil, o "escuela", y campamentos especiales de tres días para grupos de hasta 21 jóvenes fortalecen aún más este esfuerzo educativo más amplio.
Los problemas ambientales de México son notorios internacionalmente. Una ciudad capital con aire tan malo que a veces mata a las aves migratorias que pasan por encima, está consumiendo sus suministros de agua subterránea tan rápidamente que no quedará nada en 10 años. Históricamente, uno de los seis hábitats más ricos en especies del mundo, está talando sus bosques y vendiendo su vida silvestre de manera tan incontrolable que pronto quedará poco. Nadie sabe dónde fluyen corrientes de desechos que se multiplican. En Thaxcala, el estado natal de Rogelio, el 35 por ciento del suelo está severamente degradado. La estrategia general es importante. Sin embargo, nada sucederá a menos que las comunidades locales aprendan mucho muy rápidamente y tomen la iniciativa. En última instancia, los grandes planes nacionales de gestión de residuos no servirán de nada a menos que cientos de municipios locales gestionen bien los residuos que generan. Eso requiere reconocer la necesidad y luego actuar. Eso, a su vez, casi siempre requiere que muerdan una bala política dura, por ejemplo, ubicando una instalación de tratamiento de desechos cerca de alguien. Hacer cumplir las normas nacionales contra la población local no es mucho más fácil.
El plan de Rogelio es sencillo: hacer que su enfoque de "educación y acción" funcione en tres comunidades de Thaxcala. Completará y perfeccionará su enfoque a medida que gane experiencia. Lo más importante, las demostraciones exitosas le darán los argumentos persuasivos que necesita para persuadir al gobierno y a otros para que apliquen el enfoque en todo el país, su objetivo final. La primera comunidad en la que Rogelio ha comenzado a aplicar su enfoque es Espanita. La primera reunión del grupo de trabajo produjo con éxito un plan de acción municipal de 12 meses que se ocupaba principalmente de la basura, la erosión y la deforestación. El programa piloto de Espanita ha tenido varios éxitos importantes en la movilización del público en general. Por ejemplo, un grupo de estudiantes de secundaria decidió dar un fuerte impulso de apoyo a la determinación del municipio de hacer frente de manera eficaz a los desechos. Entre otras cosas, organizaron una conferencia a cargo de un respetado ingeniero y a la que asistieron representantes de siete municipios, industrias, entidades educativas y grupos comunitarios.